Red de Autoayuda para Mujeres Nahí
Perdonarse a una misma es algo fundamental para disfrutar de una buena salud mental y paz interior.
Perdonarse implica poder reconocer las emociones negativas que nos provoca una situación pasada y decidir que ya es momento de ponerle un fin.
El perdón requiere de un proceso en el que tenemos que sanar algunas heridas provocadas por nosotras mismas o que permitimos que otros provocaran.
El hecho de no poder perdonarnos tiene que ver con la culpa, la cual es una emoción social que tuvimos que aprender o que nos enseñaron para regular nuestro comportamiento y al mismo tiempo limitar la libertad de ser nosotras mismas; eso nos lleva a vivir una dinámica en la que nosotras somos las acusadoras y las culpables: nos castigamos, nos enojamos, nos guardamos rencor, incluso nos reprochamos cosas y al mismo tiempo vivimos martirizandonos, culparse no sirve de nada, al contrario nos limita, nos ata, nos estanca, nos conflictúa.
Es por ello que el perdonarnos nos alivia, nos libera y nos permite reconciliarnos y sanarnos, logrando así la paz interior y sobre todo la libertad de ser quienes en realidad somos.
Para perdonarnos es importante prestar atención a nuestros sentimientos, nuestras emociones, tomar conciencia de lo que nos atormenta, de la forma en que nos castigamos y asumir la responsabilidad en lo que nos corresponde y soltar lo que no nos pertenece. Ya que es un camino largo en el que seguramente tendremos altibajos, es importante hacerlo acompañadas de un especialista en salud mental.
«Entonces apagué el ruido de afuera y encendí la música de mi interior y bailé noches enteras con mi tristeza y con mi dolido corazón. Y me sentí orgullosa de mí, por un instante dejé de acusarme y comencé a perdonarme por todo lo que un día fui y me amé como nadie jamás lo hizo y de tanto negarme a mí misma al fin me dije sí… Y me amé».
