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Morelos: La Minera Canadiense Alamos Gold, el mismo modelo de siempre

Comunicado REMA. – Una reciente nota periodística que forma parte de la campaña publicitaria de la empresa canadiense Alamos Gold anuncia que la inversión minera sigue vigente. Como bien se sabe, las empresas de minería depredadora utilizan la desinformación para imponer sus proyectos de despojo, a menudo con el apoyo de periodistas bajo pago, como elemento clave para encubrir sus intereses económicos disfrazándolos de una supuesta preocupación por el bienestar de las comunidades.

Tampoco es raro que las empresas extractivistas utilicen personal que trabajó en instituciones públicas para aprovechar lo que aprendieron trabajando en el gobierno, a fin de incorporar a sus estrategias de manipulación el conocimiento de como operan las dependencias oficiales, en una conocida maniobra que se llama en todo el mundo “la puerta giratoria”, donde un día el empleado está en el gobierno y al otro día se pasa a la iniciativa privada que le paga mejor para vender el conocimiento que adquirió como funcionario público.

Como muchas otras empresas de su tipo. Alamos Gold y los empleados mexicanos al servicio de sus intereses, que son siempre ajenos al bienestar de las comunidades, se presentan como damas de la caridad que llagan a salvar de la miseria a los pobres campesinos, cuando es la propia miseria moral de esas empresas y sus empleados la que queda de manifiesto. Como en tantas otras cosas, las promesas vienen primero y al cabo de unos cuantos años llega el abandono, la enfermedad y la muerte, pero para entonces los saqueadores y sus sirvientes nacionales se habrán ido.

Ninguna de esas personas se queda a vivir en los desiertos que dejan a su paso. Hay que ir no lejos, por ejemplo, a Carrizalillo en Guerrero, para ver ese futuro y no creer esas mentiras pagadas por la empresa, ¿o irán esos empresarios y sus sirvientes a establecer con su familia en una residencia edificada al fondo de algunos de los cráteres de muerte que dejan para dar de beber a sus hijos el agua ácida y contaminada, para darles a respirar el aire que ensucian con diminutas partículas de metales pesados, que son el verdadero pago que entregan a las comunidades, y eso por no contar la estela de conflictos internos, de violencia, de sufrimiento y desesperanza que estas empresas construyen, mientras construyen al mismo tiempo sus patios de lixiviados y amontonan sus nuevos cerros de desechos tóxicos?
Y así, les queda de maravilla que falte agua en las comunidades, que no exista suficiente cobertura médica, ni educativo o que otros muchos servicios públicos sean escasos o nulos, porque esas deficiencias gubernamentales serán usadas para engatusar a las poblaciones, tal como hacen a menudo los partidos políticos. Ahora resulta que la empresa se muestra muy preocupada por limpiar un pozo de agua de Tetlama, y si, porque está siempre preocupada por el oro y los otros minerales de los que ya calculó la ganancia, preocupada por el precio internacional de las onzas del oro que pretende extraer del subsuelo de nuestra patria, minerales que no verán jamás los habitantes de Tetlama y de otras numerosas comunidades, las que viven con la amenaza de los efectos del despojo que se anuncia como beneficio.

Alamos Gold casi está exigiendo el Premio Nobel de la Paz por su caridad anuncia que entre los trabajos que se mantienen están los de vinculación y apoyos a la comunidad a través del trabajo social con grupos específicos y claro, siempre con la mira puesta en la neta, los miles de millones de pesos que pretende obtener de la miseria de nuestro campesinado, de modo que encuentra que la Covid-19 le queda como anillo al dedo. Y por eso promete 1500 empleos directos y unos 6 mil indirectos, contribuyendo con ello a la recuperación económica del estado como si el despojo recuperara la economía de los territorios. La lengua es tan larga como la desvergüenza.

Es cosa de pasear un poco, de hacer una gira tóxica por los lugares a donde estas empresas llegan, despojan y luego se van forradas de billetes: vamos a la mina de Mulatos, en Sonora, donde Alamos Gold expulsó a los pobladores con las mismas ofertas, con empleos precarios y temporales en los niveles salariales mas bajos. O platiquemos en Guerrero con los padres de familia que han recibido dinero por rentar unas tierras que ahora son agujeros contaminados, y quienes con ese dinero no recuperarán jamás su salud, ni se quitarán de encima el cáncer, la insuficiencia renal y las malformaciones congénitas que las empresas brindarán con los años generosamente, como parte de sus apoyos y su vinculación.

La canadiense Alamos Gold, a través de su empresa Esperanza Silvera si como sus sirvientes nacionales, en efecto tienen mucha esperanza en sacar el gold y el silver de nuestro subsuelo. Para eso están las migajas que ofrecen. Es decir, el cebo de la trampa, la camada para esconder el anzuelo: esas migajas se llaman personal técnico, equipo especializado, transformador de energía eléctrica, campañas de apoyo directo a la población, dotación de apoyos visuales, becas para estudiantes.

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