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La comunidad Sikuani, un pueblo que aporta a la construcción de paz en Colombia

El pueblo Sikuani es uno de los 87 pueblos indígenas reconocidos en Colombia. Antes eran nómadas que recorrían las grandes sabanas, selvas y ríos de los llanos orientales, buscando alimento y sustento; Pero debido a la llegada de colonos, en principio atraídos por la explotación de caucho a finales de los años 50, luego por la siembra de cultivos ilícitos en medio del conflicto armado, los Sikuanis se han visto forzados a procesos de sedentarismo.

En el municipio de Mapiripán, departamento del Meta, pervive el pueblo Sikuani, y aunque algunas familias fueron desplazadas a causa de las masacres que se realizaron entre los años 1997 y 1998, después de casi una década, retornaron pero en condiciones muy precarias. Hoy son 458 familias que viven en cuatro territorios: el resguardo Caño Ovejas, el resguardo Caño Jabón, el asentamiento Chaparral y el asentamiento urbano, desde ahí luchan por conservar sus costumbres y tradiciones, mientras protegen los recursos naturales.

Los Sikuani poseen un calendario que se basa en la observación de la naturaleza y de las estrellas, de ahí se determina el momento de talar, cazar, sembrar o recolectar frutos. En la actualidad, cada familia se dedica a la agricultura de subsistencia en los conucos o parcelas, donde las mujeres siembran yuca brava (base de su alimentación para preparar el mañoco y la fariña), yuca dulce, plátano, tabena, batata, maíz y caña. Los hombres hacen el mantenimiento de los cultivos.

Así mismo, y según la temporada, recolectan frutos como: asaí, papaya, mango y el moriche, pewitsa (unama o seje), mocofey (pusuy), inojo (moriche), naxarra (wichirre). La mayoría de estos frutos provienen de palmas y palos (árboles) y no conocen su nombre en español como: tsuxü, abi, iwtsuli, woko, entre otros.

La pesca es una de las actividades destacadas para la subsistencia de la comunidad, por eso se enseña a los niños y las niñas a pescar con anzuelo y flecha. Al respecto Julio Rodriguez, joven Sikuani del resguardo Sikuani Caño Ovejas, relata su experiencia: “En temporada de invierno sale uno a la pesca, lleva el anzuelo y el arco por una tula, para llevar los pescados y llegar a un sitio para sacar lombriz, llega a una laguna, pone la lombriz en el anzuelo y así pesca. Uno avisa a los amigos, hermanos, cuñados para salir a la pesca, y salimos en grupo para cacería a la laguna Waxupuca”.

En verano la actividad puede durar varios días, según lo cuenta Julio Tovar otro jóven de la comunidad Sikuani resguardo Caño Ovejas: “El verano es bueno para la pesca, uno sale a la cacería, llevamos toldillos, hamaca para quedarnos allá, el día siguiente salimos a cazar los animales, pero en la tarde volvemos a nuestro cambuche con carne y lo moquiamos”.

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