• Meseros y guardias armados golpean salvajemente a una familia
• Un joven se debate entre la vida y la muerte en un hospital.
Enrique Vázquez Palacios
Debatiéndose entre la vida y la muerte se encuentra un joven de 24 años, en el hospital “Dr. Jesús Gilberto Gómez Maza”, adoleciendo de golpes y probables fracturas en el rostro y otras partes del cuerpo, debido a la brutal golpiza que sufrió de parte de meseros y guardias armados de seguridad del restaurant conocido como “La Palapa de mi Mamá”, ubicado sobre la Calle Central y a pocos metros del Libramiento Norte de esta capital, cuando acudió a rescatar a su familia que había sido encerrada en ese lugar por los mismos trabajadores, algunos de los cuales portaban armas de fuego, sin que se conozcan cuál o cuáles eran las intenciones del personal para retener a toda una familia y sus niños.
De acuerdo con lo narrado por la empresaria Laura “N”, madre de los agraviados, fue la tarde del lunes que, junto con una de sus hijas y un mecánico amigo de la familia, acudieron a ese lugar para disfrutar de una tarde de solaz y esparcimiento, y todo transcurrió sin mayor contratiempo, hasta que poco después de las diez de la noche, decidieron retirarse del lugar, sin antes pagar la cuenta del consumo.
Sin embargo, antes de salir, una de sus hijas y su pequeña nieta fue al sanitario y, al ver que no regresaban, fueron a ver de qué se trataba, y encontraron a varios meseros cubriendo la puerta de entrada impidiendo que ella saliera, por lo que al reclamarles la acción y no saber cuáles eran las verdaderas intenciones de mantener encerrada a la jovencita y a una niña dentro de los baños, comenzó la discusión, acompañada de una brutal golpiza por parte de los meseros en contra de la joven, sin importarles los gritos de auxilio que daban los menores de edad.
Detallan los agraviados que, a pesar de que el gerente y encargados del establecimiento se daban cuenta de todo cuanto estaba ocurriendo, en ningún momento intervinieron para tratar de aclarar la situación y evitar que los meseros, uno de los cuales fue identificado con el nombre de Cristian Hernández, los agredieran brutalmente y los despojaran de sus objetos personales y teléfonos celulares, e impedir que las escenas quedaran grabadas, lo cual, pese a lo brutal de la agresión, no lograron.
La agraviada detalló que, al ver lo que los meseros y guardias estaban haciendo, el mecánico amigo de la familia de nombre Carlos E., intentó defenderlas, recibiendo a cambio una golpiza hasta ser llevado al estacionamiento, donde todos fueron llevados a punta de pistola por parte de los guardias de seguridad, donde nuevamente fueron revisados para evitar que hicieran alguna llamada telefónica, pero ya la señora había logrado llamar a su hijo para que acudiera al lugar donde los tenían encerrados a todos, sin permitirles salir.
Al percatarse de la llegada del hijo de la señora, los guardias de seguridad, que portaban armas de fuego de grueso calibre, junto con los meseros, arremetieron en su contra, hasta dejarlo tirado dentro del mismo establecimiento, pero para esos momentos ya habían solicitado la presencia de la policía y de los grupos de auxilio y de rescate para auxiliar a las víctimas de la golpiza, aunque para ello ya habían pasado más de dos horas.
Detallaron que, al llegar la policía, los elementos a cargo de una patrulla de la policía estatal, en lugar de auxiliar a las víctimas de la golpiza, esposaron al mecánico y pretendían llevárselo detenido, defendiendo a los meseros y a los guardias armados, sin que ninguno de los uniformados hiciera nada por investigar con que autorización, los empleados de ese restaurant pueden portar armas de fuego dentro de un lugar que se supone es familiar.
Fue así como inicialmente, el joven fue llevado de urgencia al hospital de Cruz Roja para ser valorado de sus lesiones, pero debido a la gravedad de estas, alrededor de las cuatro de la madrugada de ayer martes, fue llevado al Hospital Dr. Jesús Gilberto Gómez Maza, donde hasta el momento permanece internado recibiendo atención médica, aunque su estado de salud es delicado.
Cabe señalar que, hasta la tarde-noche de ayer, la empresaria agraviada se presentó ante un Fiscal del Ministerio Público para hacer su denuncia en torno a lo sucedido, donde se inició un Registro de Atención, cuyo número omitimos para no entorpecer las investigaciones, en tanto esperan que el joven reaccione para ser escuchado en declaración.
Es por ello que los ofendidos están pidiendo la urgente intervención de las más altas autoridades, para que investiguen el porqué el personal de seguridad de ese lugar, porta armas de fuego dentro del mismo establecimiento, donde al parecer ya han ocurrido otras casos similares pero que al parecer, no han sido denunciados.
