Interesante

Chicomuselo está sitiado por el crimen organizado

A LOS TRES NIVELES DE GOBIERNO
A LOS ORGANISMOS DE DERECHOS HUMANOS NACIONAL E INTERNACIONAL
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONAL E INTERNACIONAL LIBRES Y
ALTERNATIVOS
AL PUEBLO CREYENTE
A LOS HOMBRES Y MUJERES DE BUENA VOLUNTAD
A LA SOCIEDAD EN GENERAL

La violencia e inseguridad en nuestros pueblos es una bomba de tiempo. Por mucho tiempo hemos denunciado la violencia en inseguridad por la que estamos atravesando en la región fronteriza de nuestro estado de Chiapas y concretamente en el municipio de Chicomuselo.

Sufrimos atropello a nuestros derechos humanos y colectivos, vivimos en constante
amenazas, intimidación, hostigamiento, despojo de nuestros bienes naturales y materiales,
migración forzada, persecución, detenciones, desapariciones y asesinatos sin que hasta el momento haya respuesta del estado cómplice ante tanta injusticia.

Nos encontramos en estado de sitio como lo hemos denunciado en otras ocasiones, el
pueblo esta sitiado por el crimen organizado, no podemos movernos con libertad, salir de casa implica salir con miedo a lo que pueda sucedernos al pasar por sus retenes, revisiones,
hostigamientos e intimidaciones.

El día de hoy como iglesia, pueblo creyente hermanas y hermanos servidoras y servidores
de nuestra comunidad parroquial quienes venían de nuestras asamblea parroquial fueron detenidos a la altura del desvió del barrio Chachahual sobre la carretera que comunica a
Chicomuselo con La Concordia, lugar donde la organización del MAÍZ tiene ubicada una de
las tantas casetas que instalaron para control del pueblo.

Al salir del desvió de Nueva Morelia, se encontraron a un grupo de hombres quienes les
dijeron que se fueran despacio porque los detendrían en la caseta. Nuestras hermanas y
hermanos fueron detenidos por aproximadamente media hora, los interrogaron: quienes eran, de donde venían, que hicieron y hacia donde se dirigían. A algunos les pidieron
identificación. Una de las personas que los detuvieron se comunicó por radio señalando
que le hablarían a su jefe, y al comunicarse decían que tenían detenidas las camionetas con gente, que había niños, mujeres y hombres, que faltaban 2 camionetas más y que dos más ya se les habían pasado antes. Minutos después llegaron algunos taxis y camionetas
con hombres del MAIZ quienes tomaron fotos y videos a las camionetas con las hermanas
y hermanos a bordo de los carros. Minutos después los dejaron pasar. Nos preocupa la
seguridad de nuestras hermanas y hermanos y todo el pueblo que sigue siendo violentado
en todas sus formas.
La omisión del Estado y la complicidad con los grupos criminales pone en riesgo total a la
población, viviendo en la incertidumbre para quienes aún estamos en el pueblo, muchos
más han decidido migrar, dejando todo su patrimonio que con tanto esfuerzo han logrado.

Vemos como el ejército mexicano y la policía estatal que se encuentran en el municipio está

coludidos con estos grupos ya que hasta el momento operan en total impunidad. Nuestros
pueblos y nuestras comunidades necesitamos seguridad y paz.

Denunciamos:

La omisión y complicidad de las autoridades de los tres niveles de gobierno.

La complicidad de la policía estatal y el ejército mexicano con este grupo criminal
que mantiene sitiado el pueblo.

El secuestro de nuestros pueblos por los grupos delincuenciales.

Las amenazas, hostigamiento, intimidación, persecución a la sociedad civil.

La presión y control social de los grupos criminales para que la gente se haga parte
de ellos.

El cobro de derecho de piso y de paso.

La presencia de personas armadas en nuestras comunidades.

El Control del territorio.

El saqueo y explotación minera que permanece bajo amenazas e intimidaciones a
autoridades ejidales y comunidades con la presencia de personas armadas.

El hostigamiento e intimidación por nuestra labor pastoral.

Responsabilizamos a los tres niveles de gobierno, al ejército mexicano, la guardia nacional y la policía estatal de la situación de violencia que se va generalizando,
arrastrando a cientos de víctimas que van en aumento.

Exigimos:
La atención urgente al grito de paz de nuestros pueblos.

Restablecimiento del orden social sin poner en riesgo a la sociedad civil en resistencia a estos grupos criminales.

Reestablecer el libre tránsito.

Respeto a nuestros derechos humanos y colectivos.

Atención urgente al saqueo y explotación minera en nuestras comunidades por
parte de gente armada que sigue intimidando y amenazando a la población.

Se haga valer el estado de derecho para nuestros pueblos.

Respeto a nuestra labor pastoral en la búsqueda y construcción de la paz con justicia y dignidad para todas y todos.

Como iglesia, pueblo de Dios en camino seguiremos anunciando la paz y denunciando todo aquello que atenta contra la vida y la dignidad de las personas, continuando con la misión que se nos fue encomendada por nuestro buen Jesús de Nazaret.

Animamos la fe y la esperanza de nuestras hermanas y hermanos de tantas comunidades
y pueblos que sufrimos en el silencio, el dolor, la preocupación y la impotencia ante tanta
violencia y sufrimiento.

Que este tiempo sea un tiempo de gracia para redescubrir el rostro
de Dios en la ternura del niño Jesús, el Emmanuel, Dios con nosotros, para manifestamos su amor, su paz y su justicia.

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