Texto: Emmanuel Grajales Clavel
Foto: Norma Xitlalli Toledo Cruz
Alejandro Aguilar Ruiz, entrenador en jefe de los Osos de Chiapas, desde 1982 y docente del COBACH Plantel 01, nació el 20 de abril de 1960 en la ciudad de México: es una leyenda viviente en el fútbol americano en Chiapas, siendo uno de los fundadores de este deporte en el estado.
En entrevista exclusiva para este portal, el entrenador de los plantígrados chiapanecos nos platica acerca de su trayectoria como jugador, coach y sobre los inicios del futbol americano en Chiapas.
Alejandro Aguilar empezó a jugar a los 12 años en la ciudad de México, con el equpo de los “Politos” (organizado por ex jugadores de los “Burros Blancos” del Instituto Politécnico Nacional) y su primera posición fue la Guard Ofensivo, luego como Guard Medio en la defensiva, debido al cuerpo robusto que poseía en su niñez, luego fue Linebacker y Corredor en sus últimas infantiles, ya en las siguientes categorías se desempeñó como Linebacker Robert y Safety.
Luego formó parte de “Los Cuatreros”, “Escorpiones Rojos” de ingeniería de la UNAM y en “Felinos”. Hizo pruebas para pertenecer al legendario equipo de la UNAM: “Cóndores”, que por razones personales ya no pudo jugar.
Aguilar Ruiz confiesa que venir Chiapas le fue gratificante, en un principio llegó a conocer Chiapas y en febrero de 1982 se instaló definitivamente. Tras quedar Juan Sabines Gutiérrez como gobernador interino, invitó a Julio Alvarado Gutiérrez (exjugador de “Pumas” de la UNAM), quien colaboraba con Guillermo López-Portillo en el INDE en la Ciudad de México.
Cabe destacar que Julio Alvarado, es una pieza importante en la fundación del deporte de las tacleadas en Chiapas.
Alvarado vino a trabajar a Chiapas como director de Educación física del Estado, él se encuentra con la sorpresa de que un grupo de estudiantes preparatorianos querían sacar un equipo de fútbol americano, de aquella entonces preparatoria diurna perteneciente al ICACH.
Gustoso, les promete el apoyo y piensa en sacar varios equipos colegiales, por lo tanto invita a entrenadores de la Ciudad de México como Ricardo Valdez, Enrique Pereda, Rubén Nájera, los hermanos Vega (Carlos y Ernesto) y Carlos Ortega (quien fue su compañero en el equipo de “Cóndores”) quien lo invita a Chiapas.
Alejandro Aguilar explica que para 1981 nacen aproximadamente 13 equipos, algunos de la UNACH, como: “Buitres” de Medicina, “Búhos” de Leyes en San Cristóbal, “Guerreros Mayas” de Ingeniería, “Jaguares” de Administración en Tuxtla, “Lacandones” de Administración de Tapachula.
Por su parte el ICACH (antecedente y nombre anterior de la UNICACH), aparecen los “Truckers” de la preparatoria diurna, “Escorpiones Rojos” de la ESEM, “Cherokees” de la Salle, “Conejos” del Tecnológico Regional, “Escarabajos”, “Lobos Plateados” de la ETCA, entre otros. Así nace la Liga Colegial de Futbol Americano “Juan Sabines Gutiérrez”.
Posteriormente en 1982 se incorporan nuevos equipos, es ahí donde nacen los “Osos” del COBACH 01, “Halcones”, “Águilas Reales” de la Preparatoria de Tapachula y “Potros Salvajes” de Tabasco. El gobierno del Estado de ese entonces apoyo a los nacientes equipos con utilerías nuevas, firmando convenios importantes. Los partidos se disputaban en el ya desaparecido “Campo Revolución” (hoy es el Estadio Samuel León Brindis).
En 1984 nace la categoría juvenil e intermedia -originalmente el torneo era categoría libre- , para 1995 se comienza con las categorías infantiles, que duro hasta 1998 y regresaron en el 2007, tal y como nos esclarece Aguilar Ruiz.
A principios del 2004 el entonces gobernador Pablo Salazar manda a construir el estadio de Fútbol Americano “Samuel León Brindis”, donde se encontraba el campo revolución y en noviembre-diciembre de ese mismo año se inauguró el estadio en una final de la categoría juvenil. Ese fue el detonante para que renaciera el futbol americano en Chiapas. En su momento fue uno de los primero estadios en el sureste.
El coach Alex (como lo llaman sus jugadores) explica como fundó el legendario equipo de Osos de Chiapas, que actualmente dirige.
Surgió a raíz de que las autoridades del COBACH, se acercaron a la dirección de Educación Física del Estado, porque tenían el interés en un equipo de fútbol americano, por ello se forma un convenio.
Alejandro Aguilar se incorpora al COBACH (el plantel 01 de Terán) y lo llaman como entrenador de ese nuevo equipo. En un principio la escuela contaba con solo tres naves como edificios, no contaban con campos deportivos, por lo tanto los primeros entrenamientos se dieron el campo de futbol de la Facultad de Ingeniería de la UNACH, más adelante irían al campo revolución, lugar de entrenamiento por muchos años.
Añade, que por esa época la institución estaba ubicado en una zona periférica, poco poblada, en un terreno baldío, el transporte era inaccesible, entre otras cosas, por esa razón surgieron varios nombres tentativos, como “Montañeses” y finalmente salió el de “Osos”, debido a la situación montañosa y las características físicas del animal: su apariencia inofensiva y su ferocidad en el mundo animal, de ahí en adelante se tomó como mascota.
El equipo adoptó los colores del Colegio de Bachilleres de la Ciudad de México, que son el rosado (incorporando el rojo en sustitución debido a que era poco apropiado para un equipo de futbol americano en esos años) el negro, blanco y plateado.
En 1989 obtienen su primer campeonato, en la categoría Intermedia, iniciando su gran leyenda como equipo fuerte.
El coach nos comenta que Chiapas ha sido semillero de grandes jugadores, siendo becados en instituciones prestigiosas, como “Los Aztecas” de la UDLA, “Los Borregos” en sus diferentes campus, “Los Leones” de la Anáhuac, entre otras universidades importantes en el país.
Dentro de los becados se encuentran los chiapanecos, que alguna vez formaron parte de las fila de Osos como: Ernesto Limbano, Jacob Castro, Ángel Casco y Jorge Sámano quien disputó y ganó el mundial de futbol americano, representando a la selección mexicana de fútbol americano en Harbin, China y fue reclutado en enero de 2020 por los Condors de la Ciudad de México de la LFA.
