Jorge Ovando Morales, habitante de la comunidad «Berlín», Berriozábal de ocupación jardinero y productor de plantas de diferentes especies, expresó que durante un mes ha logrado hacer hasta 8 mil injertos.
En luna llena o maciza, es cuando asegura, hace los mejores injertos, además de no tener relaciones sexuales durante esa temporada y evitar el consumo de alcohol. Para Jorge, el injerto es sagrado, tiene que unir el tallo de una planta sobre la otra, de modo que crezca como un solo organismos, explicó, por lo que debe estar concentrado, fresco y fuerte.
Manifestó que injerta hasta 200 árboles diarios de aguacate hass, mango, mandarina, limón, chicozapote, Benjaminas y otros cítricos, de esa manera, evita la compra a productores de otros estados y aclara que sus ganancias son mayores.
Reconoció que gracias a su patrona, la señora Etelvina con quién trabajo de seis de la mañana a seis de la tarde durante años, aprendió hacer injertos y la jardinería, ambas actividades se han convertido en el sustento de su familia y su fuente de ingresos.
Entre las flores, la Bugambilia es la que más ingresos le deja porque produce hasta mil 100 en un mes. Obtiene un tallo de 15 centímetros, luego hace el corte para injertar, amarra con naylon y espera los primeros retoños en 40 días. Una vez lograda la planta, las saca a la venta a un costo de 25 pesos y es en el Mercado de Las Flores y en el vivero en donde espera a sus clientes.
Jorge Ovando Morales practica la actividad desde hace 27 años, la pobreza, falta de empleo y oportunidades de programas de apoyo del gobierno municipal, estatal y federal, lo orillaron a buscar esa forma de subsistir, sin embargo, aclaró que le agarró amor a su trabajo y desde entonces le va muy bien.
