En punto de las 11 de la mañana de este 24 de noviembre, la señora Yamil Trejo e Itzel, su hija, arribaron en el tramo carretero Tuxtla Gutiérrez-Ocozocoautla, a la altura del kilómetro 5 +800 para rendirle homenaje a Yuri Lisset Méndez Trejo, asesinada hace cuatro años.
Con flores, globos y dulces adornaron la cruz que permanece a orillas de la carretera desde el día que hallaron el cuerpo de Yuri Lisset.
La señora Yamil, recordó que el cuerpo de su hija estuvo 16 horas entre los matorrales de acuerdo al reporte de la Fiscalía General del Estado, sin embargo, recibió una llamada en la que le pedían la cantidad de tres millones de pesos como rescate. Dijo: «mi hijita ya estaba embolsada, y aún así, me pedían dinero; les agradezco porque no sintió el frío de la noche, tampoco los insectos atacaron su rostro».
En entrevista, manifestaron que han sido cuatro años y tres meses de lucha incansable y fue por un juez federal que consiguieron la orden de reaprehensión del homicida, quien desde hace ocho meses se encuentra recluído en el penal «El Amate», ubicado en el municipio de Cintalapa.
Por el confinamiento, el proceso aún no comienza por lo que pidió a los jueces una sentencia ejemplar, de ser posible, la pena máxima que es de 50 años de prisión porque luego los dejan dos o tres años y quedan en libertad.
«Dejamos a un lado el dolor, no le lloré a mi hija como deseaba, entré en shock porque me ocupé en la parte jurídica, así que vendré cada año a este lugar mientras tenga vida» mencionó Yamil.
Por otra parte, Itzel, hermana de la víctima, argumentó que están en espera de la audiencia para continuar los trámites y alcanzar justicia para Yuri.
Finalmente, con la voz quebrada, enfatizó que su hermana era amorosa, cariñosa, con muchos sueños porque a su corta edad era enfermera y había conseguido un trabajo.
