Historia

Felipe el Artillero Humanista

Por Joaquín Pocurull

Ahora el mero día en que se celebra un aniversario más del inicio de la Revolución Mexicana , les voy a narrar un poco de la visión y pensamiento del mejor estratega militar que participó en la revolución y que además de ser un gran hombre en todos lo sentidos, supo a la hora de morir demostrar de que estaba hecho, al dirigir el mismo su propio fusilamiento, de ese tamaño el señor General.

Felipe Ángeles Melo, fue el general que hizo rugir los cañones de la División del Norte, el militar humanista, el intelectual que quiso reivindicar al pueblo desde la mas profunda de sus convicciones, pero fue también el caudillo que se encadeno a si mismo y se negó a cambiar la historia.

Se unió a Villa antes de la Batalla de Torreón y de su mano encamino a la División del Norte a sus mas épicas victorias.

La frase más célebre de este señor fue la que decía, «Por que temerle a la muerte, si no le temo a la vida»

Cuando iba a morir les dijo a los presente y al Consejo de Guerra, una bola de generales cobardes que solo así en bola pudieron contra este gran hombre, les dijo…»Mi muerte hará más bien a la causa democrática que todas las gestiones de mi vida. La sangre de los mártires fecundiza las buenas causas»

Felipe Ángeles, fue un gran artillero, matemático, escritor, que vivió y murió obsesionado por el legítimo temor de que Estados Unidos, país al cual sin embargo admiraba, porque en un tiempo vivió años de exilio y trabajo entre su pueblo mexicano, su máxima preocupación era que los gringos se apoderaran de más territorio mexicano o subordinara la soberanía mexicana a su imperio.

Fue un adversario y enemigo irreconciliable desde el año de 1914, de Venustiano Carranza y desde posiciones diferentes compartía esa obsesión, que les fue heredada después a otros militares tan diversos entre sí como Lázaro Cárdenas y Joaquín Amaro, que finalmente fueron los que decidieron y ejecutaron la muerte del señor Venustiano Carranza.

No voy a hablar de las guerras y batallas y los balazos en los que el general Felipe Ángeles participó y aventó cañonasos, sino de su pensamiento sobre la vida política, social y humana de nuestro país y sus gentes, para que ser denote el tipo de persona que era este personaje revolucionario.

El pensaba y lo esternó que la gente estaba equivocada si solo se ocupaba tan sólo en adquirir los medios para vivir y por adquirir un título con el cual se creía salvaguardada,por que decía que la vida tenía muchos escollos y el hombre debía ser hombre primero, después padre -o madre, según el sexo- y sentir deberes para con la sociedad a la cual debía honor y respeto.

En la educación de nosotros falta lo principal: principios sólidos para la vida, educación interior, que es la que hace a los hombres grandes.

Si en esta revolución se cometen errores, es porque toda la educación se limita a una verdadera fórmula.

El pueblo bajo vive en la ignorancia y nadie se preocupa por su emancipación.

El hombre intelectual, naturalmente tiene que apartarse de él.

Esa diferencia ha hecho nacer el odio de los que no saben contra los que saben; de los que no tienen contra los que tienen; por ese odio ha nacido tan solo del corazón de los ignorantes o de los ambiciosos, o de’ los que teniendo cierta capacidad intelectual, se han valido y han explotado la ignorancia de las masas para satisfacer sus ambiciones y sus deseos desordenados.

Si los hombres inteligentes de México hubieran tomado una parte activa y directa en esta lucha, la revolución no hubiera sido tan anárquica. Hubiera terminado pronto…

Las malas pasiones no se engendran sino por la falta de educación y si -como he dicho– los hombres no tuvieran una educación afeminada, la evolución se hubiera realizado ya; pero actualmente los hombres -entre ellos los licenciados, los médicos, etc.- no tienen más que su título.

Se preocupan sólo por vivir, sin prestar un servicio efectivo a su país.

Si los hombres intelectuales hubieran seguido una causa noble, ésta hubiera triunfado y tendría que sostenerse por ser la causa de la inteligencia

Ahora recuerdo que Villa dijo en cierta ocasión que llegamos a un pueblo:

‘General: pues ya ve. No nos siguen más que puros vaqueritos. Así es que tendremos un gobierno de puros vaqueritos… ‘

Bueno sería -dije yo– y divino resultaría ese gobierno..

Esto es el pensamiento y palabras del que fuera Director del Colegio Militar, al que el mismo Emiliano Zapata respetaba cuando fueron enemigos y que estudió en el mejor colegio militar de Francia, el señor General Felipe Angeles Melo, en su juicio injusto,que a la postre resultaría en su fusilamiento,en el que lleno de valor y entereza el mismo dirigió.

Y les dijo a los que lo iban a fusilar…

Preparen muy bien sus armas y apúntenme al corazón y

no me demuestren tristeza, a los hombres como yo

no se les da en la cabeza.

Resulta extenso enumerar sus diversas comisiones al extranjero con valiosas aportaciones al Ejército y al movimiento revolucionario; resumiremos que fue leal a Madero, y de no haber sido por la indecisión, bondad y confianza necia depositada en el traidor Huerta, Ángeles habría salvado al Apóstol y cambiado el curso de la historia trágica y sangrienta de ese periodo.

En paz descanse mi general Felipe Angeles, un buen revolucionario mexicano.

Les dejo una colección de fotos y una de las pocas que hay en su estancia por la ciudad de Monterrey, en donde se portó a la altura de su personalidad de militar educado y gran ser humano que era.

Corrido con Las Jilguerillas

Corrido con Antonio Aguilar

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